La especulación inmobiliaria y la forma en la que tradicionalmente ha funcionado el mercado han alejado del acceso a la vivienda a muchas personas. Aún hoy, a pesar de todos los avances en diferentes campos, hay gente que no se puede permitir una casa. Se trata de un derecho fundamental que, sin embargo, se niega a buena parte de la ciudadanía. En Axuntase somos un grupo de personas de todas las edades que hemos apostado por sacar adelante un proyecto de viviendas colaborativas.
De este modo, construiremos casas para vivir en ellas fuera del modelo especulativo. Serán 36 viviendas en una parcela de 11.000 metros cuadrados que hemos comprado en Caraviés (Llanera).

Gracias a una inversión de 3,6 millones contaremos también con zonas comunes que nos servirán para desarrollar actividades de todo tipo, algunas de las cuales estarán abiertas a todos los públicos. Un complemento ideal para unas viviendas que no podrán ni comprarse ni venderse. Sí, has leído bien.

Derecho de uso, hereditario y con opción de recuperar la inversión realizada en el Capital Social

¿Cómo puede ser posible? Recurriendo al derecho de uso. Esta es una fórmula que no es demasiado conocida en España pero con un largo recorrido y excelentes resultados en otros países. De esta forma, las personas que forman nuestra cooperativa podrán utilizar indefinidamente nuestro complejo. Disfrutarlo y desarrollarse en él. Y también sus herederos. Porque se trata de un derecho hereditario.


Quienes hereden el derecho de uso, lo que no podrán hacer es vender su participación en la Cooperativa. La persona que decida abandonar el proyecto podrá recuperar su aportación al Capital Social y el espacio que ocupaba pasará a disposición de Axuntase. De esta forma el inmueble no se incorpora al libre mercado, donde se especularía con el precio. Se buscaría una nueva familia que quiera participar en la vida en comunidad por la que apostamos y que ocupe esa vacante.


Es así como se facilita el acceso a la vivienda y se facilita que más personas tengan garantizado este derecho fundamental. Por eso hemos optado por el derecho de uso, que encaja mucho mejor que otras opciones en nuestra intención de compartir servicios y optimizar recursos. Cuestiones que, junto a nuestra intención de apoyar el comercio de proximidad y el respeto al medio ambiente, nos acercarán a un mundo mejor.